La identificación consta fundamentalmente de dos elementos:
Un microchip que se inyecta debajo de la piel del animal, en el lado izquierdo del cuello, donde está contenido un número individual e irrepetible. Por sus características resulta inocuo, invisible e inmóvil y dura toda la vida del animal.
El RIAC (Registro de Identificación de Animales de Compañía) es una base de datos informatizada donde se introducen los datos correspondientes al animal y a su propietario.