[12/05/11]
La triquinosis o triquinelosis es una enfermedad parasitaria producida por nematodos del género Trichinella que afecta al hombre y multitud de mamíferos y que se transmite por el consumo de carne o productos cárnicos crudos o poco cocinados procedentes de animales infestados por larvas del parásito.
Es una enfermedad ampliamente distribuida a nivel mundial, y de las diferentes especies diagnosticadas, las dos más frecuentes en nuestro país son Trichinella spiralis y Trichinella britovi.
Larva de triquina al estereomicroscopio.
En España coexisten los ciclos silvestre y doméstico. El ciclo silvestre, en el que intervienen numerosos mamíferos salvajes como el lobo, zorro, oso, roedores, hurones… y especialmente, el jabalí, que es el animal de mayor riesgo, es el más complicado y difícil de controlar y erradicar. El ciclo doméstico o rural, en el que participan el hombre, cerdo, rata, perro…, es más fácilmente controlable.
El principal riesgo para el hombre es el consumo de carne y productos de jabalíes abatidos en cacerías y, en menor medida, de los cerdos de explotaciones extensivas o criados en granjas familiares.
Los síntomas clínicos son muy variables: trastornos gastrointestinales (diarrea, dolor abdominal), dolor muscular, fiebre, dolor de cabeza y edema facial; también pueden aparecer otros síntomas dependiendo de la localización del parásito.
Entre las medidas de control veterinario de la enfermedad, destaca el análisis de triquina en ganado porcino o equino sacrificado en mataderos o matanzas domiciliarias y en jabalíes abatidos en cacerías.
En los últimos años, la Unión Europea ha incrementado las exigencias en el diagnóstico y control de esta enfermedad:
Por un lado, el Reglamento (CE) 2075/2005, por el que se establecen normas específicas para los controles oficiales de la presencia de triquinas en la carne, dispone los diferentes métodos para la detección de este parásito.
Además, el Reglamento (CE) 882/2004, sobre los controles oficiales efectuados para garantizar la verificación del cumplimiento de la legislación en materia de piensos y alimentos y la normativa sobre salud animal y bienestar de los animales, determina que los laboratorios oficiales designados por la autoridad competente tienen que estar acreditados según la norma UNE-EN ISO/IEC 17025.
El Laboratorio Regional, a petición de la Consejería de Salud y para dar respuesta a la normativa europea, ha implantado y, posteriormente, ha acreditado la técnica de detección de larvas de triquina (Trichinella spp.) mediante digestión y microscopía. La técnica consiste en una digestión artificial de las muestras y, tras el filtrado y sedimentación, la observación de la presencia de larvas mediante una lupa o estereomicroscopio. Este es el método recomendado en el capítulo I del Anexo I del Reglamento (CE) 2075/2005. La acreditación de esta técnica se obtuvo tras auditoría externa por ENAC en mayo de 2010, logrando ser el primer laboratorio oficial a nivel nacional en obtener la acreditación.
El Laboratorio, dentro de su política de aseguramiento de la calidad, participó en 2010 en el ensayo de intercomparación organizado por el Centro Nacional de Alimentación. Este organismo distribuyó un conjunto de muestras a los laboratorios oficiales interesados y, posteriormente, evaluó los resultados remitidos por cada uno de ellos. El Laboratorio Regional ha obtenido la totalidad de los resultados correctos.
Durante el año 2010, se han analizado 2.829 muestras procedentes de mataderos de La Rioja: 2.801 muestras de ganado porcino y 28 de ganado equino. Y en el año 2011, hasta la fecha, se ha realizado análisis de triquina de 1.064 muestras.
Actualmente, la publicación del Reglamento (CE) 1162/2009, que establece disposiciones transitorias al Reglamento (CE) 882/2004 y otros reglamentos, ha concedido una moratoria en la obligación de acreditar el diagnóstico de triquina hasta diciembre de 2013. No obstante, el Laboratorio Regional está ya preparado para asumir esta exigencia legislativa.