En 1495 Leonardo Da Vinci diseñó un robot humanoide. Desde entonces, la robótica -y, más concretamente la robótica industrial- ha evolucionado, impulsada por las innovaciones tecnológicas, convirtiéndose en una de las ciencias más atractivas. En la actualidad, robots como los que diseña y pone en marcha la empresa murciana Inemur son capaces de trabajar a temperaturas de 40oC y humedades de entre el 35% y el 85%, con una capacidad de movimiento de 26 ciclos por minuto.
Estos robots de líneas de alta y media producción pueden realizar tareas repetitivas como el dosificado, embotellado y taponado de productos líquidos; el encestado de productos; la carga y descarga de envases de vidrio, metálicos o plásticos; etiquetado de envases; el empaquetado de envases; sistemas de movimiento y almacenaje de palets y embalajes... El empresario define las necesidades e Inemur diseña y fabrica la maquinaria necesaria para los procesos de producción y de almacenaje.
El gerente de Inemur, Gregorio Navarro, se hizo cargo de la empresa familiar tras el fallecimiento de su padre, fundador de la empresa. Inemur empezó fabricando maquinaria para el sector de la conserva. Pero la anterior crisis económica hizo que prácticamente desaparecieran estas empresas en la Región de Murcia, lo que obligó a la pequeña empresa de Alguazas a reinventarse, al igual que lo hiciera el floreciente negocio de la conserva surgido gracias a la próspera huerta murciana.
El nuevo gerente, recién aterrizado de las aulas, decidió romper con la fabricación de maquinaria para el sector de la conserva y adentrarse en la robótica industrial. "Hace diez años empezamos a diseñar y fabricar maquinaria para embalajes". Reconoce que fue una apuesta arriesgada, pues, al menos en España, se trataba de un sector que empezaba a dar sus primeros pasos. "Ahora hay muchas empresas que se dedican a esto, pero en su momento fuimos pioneros", explica Navarro, quien reconoce que "eso nos da años de ventaja".
De la mano de la Cámara de Comercio de Murcia dieron el salto a mercados extranjeros. Desde ahí, crearon una red comercial y, en la actualidad, cuentan con gran reputación en los mercados internacionales. "En envases metálicos, somos una de las tres empresas más importantes del mundo".
Desde entonces, Inemur trabaja para las grandes empresas agroalimentarias de España, fabricando para ellas la maquinaria necesaria para la automatización tanto de la producción, como del almacenaje. Su especialización en robótica para el sector de la alimentación le ha ayudado a ser líder en este sector. Da igual que sean latas, tarros o botellas. Inemur estudia las necesidades de la empresa y diseña y fabrica la maquinaria necesaria para la automatización de los procesos de alta producción, desde el principio hasta el final.
Originariamente, Inemur se dedicaba exclusivamente a la venta de maquinaria. Poco a poco, amplió su negocio y, en la actualidad, ofrece tanto el diseño como el mantenimiento de sus equipos. Desde la parte de ingeniería, diseña el proyecto de acuerdo a las necesidades de la fábrica. Para ello valora tanto el espacio disponible, como la parte del proceso de producción que necesita automatizar y las premisas de funcionamiento que requiere el cliente. Inemur elabora el proyecto y coloca toda la maquinaria que requiere esa línea. Parte de esa maquinaria es fabricada por la empresa murciana y otra parte es subcontratada a otras compañías que fabrican piezas complementarias.
El resultado es un robot industrial hecho a la medida de cada necesidad. Además, sus equipos se conectan para trabajar de forma sincronizada con el resto de robots instalados en las líneas de producción de las fábricas. Asimismo, sus máquinas están conectadas con un sistema de mantenimiento remoto. Cualquier robot que instalan los técnicos, da igual en qué parte del mundo, está controlado desde la sede de la fábrica en Murcia. Así, cualquier problema que pudieran presentar las máquinas de Inemur, instaladas en Brasil, Australia, Omán o Estados Unidos, entre otros muchos países, se detecta de manera inmediata desde el control central en Molina de Segura (Murcia).
Este servicio de teleasistencia tiene grandes ventajas, tal y como señala Navarro. "No suele haber problemas, pero si surge cualquier cosa, lo sabemos nosotros antes que ellos. Desde aquí, podemos conectarnos a la máquina y hacer un diagnóstico para enviar a una persona nuestra de mantenimiento o a alguien del país, pero con las instrucciones que le dan nuestros técnicos". El 99% de los problemas se resuelven a distancia, lo que, según Navarro, genera una gran confianza al cliente, ya que cada hora que una línea de producción está parada supone unas pérdidas importantes.
Futuro
El gerente de Inemur reconoce con timidez que no están sintiendo los efectos de la recesión. "A veces me da vergüenza decirlo, pero nosotros no hemos sentido la crisis. Es más, vamos a crecer este año un 20%", explica el responsable de Inemur. "La crisis nos ha afectado, como a todos, a un nivel financiero, pero hemos podido renovar todas las líneas de créditos sin problemas", explica. "Un 85% de nuestra facturación procede de la industria de la alimentación, que no se ha visto tan afectada y, además, la mayoría de nuestros clientes son empresas muy grandes".
Navarro explica que con motivo de la actual situación han podido aumentar la producción, ya que anteriormente encontraban más dificultades para encontrar mano de obra o subcontratar.
El gerente de Inemur, Gregorio Navarro, conoce bien las consecuencias de la recesión económica. Pese a que es un empresario joven, vivió la anterior crisis, que afectó especialmente a la Región de Murcia y que arrastró a la empresa fundada por su padre, al igual que a otras del sector de la conserva. Tal y como recuerda Navarro, que se incorporó a la empresa sin todavía terminar la carrera de Económicas, Inemur presentó suspensión de pagos, pero gracias a un plan de viabilidad, que contó con el acuerdo de los proveedores, su padre pudo aguantar la situación.
Tres años después, su fallecimiento obligó al primogénito a hacerse cargo de la empresa y tomar las riendas del negocio familiar, todavía arrastrando los problemas de la suspensión de pagos. El plan para sacar adelante Inemur ya había sido diseñado, pero quedaba todavía mucho por hacer, como encarar los pagos pendientes. "Las crisis son duras, pero se sale de ellas; además sirven para aprender", explica el gerente de Inemur.
Producción. La compañía fabrica mecanismos para los procesos de almacenaje, es decir, maquinaria que paletiza los envases y embalajes. Sus productos están en 40 países y cada proyecto es único. Inemur, con 65 trabajadores, tuvo el pasado año una facturación de casi 12 millones de euros. Ahora, además, está dando trabajo a una decena de empresas de la zona y a otras muchas de fuera. "Hemos podido ampliar nuestra capacidad de negocio, ya que antes no vendíamos más porque no podíamos fabricarlo", dice Gregorio Navarro (en la fotografía inferior).
Agroalimentario. La mayoría de los clientes son multinacionales. Fabrica maquinaria para empresas como Pepsico, Nestlé, Hero, Nutribén, Mivisa, etc. En este momento, Inemur está trabajando en la logística del almacén de El Corte Inglés. La gama de sus productos va desde máquinas de 30.000 euros, hasta líneas completas de 4 o 5 millones de euros.
Exportaciones. Inemur ha abierto una filial en México y, en breve, contará con otra en Polonia. En un plazo de cuatro o cinco años, prevé abrir allí una fábrica para cubrir el este de Europa. La competencia son empresas italianas y, en menor medida, norteamericanas. Por el momento, Asia no ha entrado en este sector, que requiere una alta especializaci