Es lo que se llama m-Commerce y que empieza a expandirse como un nuevo hábito de consumo. Ya son varias empresas especializadas en la distribución de moda y accesorios que se están apuntando a esta práctica y que están facilitando a los consumidores a que compren sus productos a través de sus teléfonos con acceso a Internet.
Por el momento, este tipo de ventas representa sólo el 2% de las ventas realizadas por Internet, pero se espera que aumente su popularidad a medida que las marcas empiecen a ofrecer este servicio.
Las que opten por el m-Commerce tienen dos opciones: adaptar su página web para que la navegación y compra sean rápidas o diseñar aplicaciones específicas para dispositivos como el iPhone o la Blackberry.
La telefonía móvil se presenta como una nueva oportunidad para que el comercio pueda vender sus productos y mantenga además una comunicación más fluida con sus clientes.