Según fuentes de la compañía, en la creación del nuevo producto han participado, a lo largo de un año, los departamentos de I+D y diseño de esta marca ilicitana y el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (Inescop).
Por su parte, la Unidad de Biomecánica del Instituto Valenciano del Pie (iVPie) ha testado y acreditado el rendimiento y prestaciones de esta nueva zapatilla.
Este nuevo producto, desarrollado con "tecnología 100% española", es "el más ligero e innovador de su segmento", han explicado las mismas fuentes.
"Como elemento diferenciador, se encuentra el sistema motion control, que contribuye a la estabilización y al aprovechamiento de la energía y que da el nombre a este modelo", han indicado.
Este sistema cuenta, además, con tecnologías que eliminan la rigidez en la torsión y disminuyen el riesgo de sobrecarga en el antepie, así como con otras que optimizan la adherencia de la zapatilla al suelo.
El tejido usado modula la gestión de la temperatura, de manera que se dispersa la energía de rebote por toda la planta del pie y disminuye la concentración de calor en zonas de mayor impacto, por lo que se evita el desgaste en la plantilla y en la suela.
Este lanzamiento supone "un punto de inflexión" dentro de la nueva estrategia de Kelme hacia el mercado de artículos deportivos, en la que se apuesta por "productos innovadores y de gran calidad que le permiten estar a la vanguardia tecnológica junto con las principales empresas del sector", han informado desde la empresa.