El 93% de los consumidores europeos piensa que el papel es más sostenible que otros materiales no biodegradables y que se debería usar más como embalaje, el 79% cree que el papel es más agradable de manejar y tocar y el 86% afirma que, si puede escoger, elige el papel, según un estudio de Ipsos realizados en España y otros seis países europeos. En este sentido, fabricantes de papel y de bolsas de papel han lanzado una campaña llamada "labolsadepapel" para posicionar a la bolsa de papel como la alternativa más sostenible a las bolsas comerciales no biodegradables, siguiendo las directrices del Plan Nacional Integrado de Residuos del Ministerio de Medio Ambiente. Así, han editado diferentes publicaciones con contenidos específicos dirigidos a la Administración pública y a organizaciones empresariales, sociales y medioambientales. Además, realizarán acciones formativas con diferentes sectores de la distribución y el comercio y jornadas de formación en diferentes ciudades de España y Portugal. En cuanto a las emisiones, los fabricantes señalan que la bolsa de papel tiene una huella de carbono negativa por debajo de cero, por lo que resulta la opción más ecológica, tal y como se desprende de un estudio realizado por IVL Swedish Environment Research Institute para identificar la huella de carbono de los diferentes tipos de bolsas.