9 de noviembre de 2009

Hace ya varias temporadas que Amaya Arzuaga nos impacta con el calzado que muestra en sus desfiles de la Cibeles Madrid Fashion Week. Sus tacones escultóricos con inesperadas aristas, su colorido desafiante y sus texturas tecnológicas son el complemento perfecto a las creaciones de sabor arquitectónico de Arzuaga. La diseñadora burgalesa ha decidido pisar fuerte con sus colecciones de calzado, y para ello ha recurrido a artesanos zapateros de Elda (Alicante). Para la primavera-verano 2010 ha desarrollado 17 modelos, desde chanclas de cuero hasta manoletinas, salones y plataformas, si bien en el desfile sólo pudimos ver dos de ellos. El cuero, el raso y el charol dominan los diseños mostrados en Cibeles, con originales tacones de pezuña pintados en diferentes colores. Pero la colección también incluye modelos en seda o en cuero tratado con el fin de crear un efecto envejecido, mate o brillante. Los tacones aparecen tanto forrados como tintados y en madera. Disponibles desde la talla 36 hasta la 42, los podemos encontrar en puntos de venta seleccionados de España, Bélgica, Alemania, Estados Unidos, Kuwait y Hong Kong, así como en la boutique de la firma en Lagasca, 50 (Madrid). Zapatos que son joyas
Entrevista a Amaya Arzuaga