3 de mayo de 2010


El territorio valenciano tiene 11 denominaciones de origen (desde los vinos de Alicante hasta la alcachofa de Benicarló), varias indicaciones geográficas protegidas, y 16 consejos reguladores. El siguiente objetivo es crear marcas: más calidad, más diferenciación, más valor añadido. Alcanzar un estatus como el del Parmesano Reggiano o el Tequila de México. Un nombre reconocible dentro y fuera de España por el que el consumidor esté dispuesto a pagar más. El Palau de les Arts albergó ayer la primera jornada para tratar el asunto. Un foro en el que se dieron cita los actores agroalimentarios, la gran distribución, la Administración valenciana y representantes de ejemplos internacionales de éxito. Lo inauguró el presidente Francisco Camps e intervinieron la consejera Maritina Hernández y la alcaldesa Rita Barberá.

¿En qué punto se encuentra el sector agroalimentario valenciano? La conclusión ayer fue que ya se ha iniciado el camino pero que queda bastante por recorrer. Juan Sabater, director del centro comercial Ademuz de El Corte Inglés, señaló que salvo los vinos, que han logrado hacerse con un nombre en España (y empiezan a hacerlo en el exterior) el resto de productos valencianos aún tienen trabajo por delante.

"Vamos por detrás de los vinos porque ellos en su día tuvieron a alguien que tiró del carro", añadió José Bernabéu, presidente del Consejo Regulador Uva del Vinalopó. Bernabéu se refería al Rioja, que logró abrir una brecha en el mercado por donde han ido entrando muchos otros caldos españoles: "Nos hace falta tiempo, acierto en la promoción y seguir avanzando en la línea de mejora de la calidad, porque sin eso es imposible hacerse un hueco".

Hacerse con una marca es difícil, pero a medio plazo es fundamental. Lo explicó Germà Alcayde, director de la Denominación de Origen Chufa de Valencia: mientras el consumidor no aprecie la diferencia (y pocos lo hacen fuera del territorio) a la chufa local le costará mucho defenderse de la competencia de las producciones de Níger, Nigeria, Malí y otros productores africanos.

El sector agroalimentario valenciano representa, según datos de la Generalitat, el 10% del Producto Interior Bruto autonómico, 10.000 millones de euros, 300.000 empleos y el primer producto de exportación: el 23,3% en el año 2009. Todo ello, dijo Camps, lo convierte en un "sector estratégico".

La punta de lanza de la huida del granel la forman, bajo diferentes figuras de producción: la chufa de Valencia; el embutido de Requena; el arroz de Valencia; el caqui de la Ribera del Xúquer; los cítricos valencianos; el cava; el aceite de la Comunidad Valenciana; los vinos Utiel Requena, Alicante y Valencia; las bebidas espirituosas tradicionales de Alicante; los nísperos de Callosa d'En Sarrià; las cerezas de la montaña de Alicante; las alcachofas de Benicarló; la ava del Vinalopó, y los turrones de Xixona y Alicante.

La consejera de Agricultura destacó la importancia de que la gran distribución se hubiera sumado a la jornada. Intervinieron representantes de El Corte Inglés, Socomo (la división hortofrutícola de Carrefour), Consum y Más y Más. Mercadona, la primera del sector, asistió como invitada. Lirios García, responsable de calidad de Más y Más, aseguró que el 70% de su clientela está dispuesta a pagar un precio mayor por llevarse un producto de calidad identificable.