La maternidad y la paternidad pueden resultar tremendamente agotadores, aunque los momentos felices son muchos, es cierto que muchas veces podemos sentirnos mal, podemos pensar que ya no podemos más, que todo lo hacemos de la manera equivocada, que deberíamos haber hecho las cosas de otra forma...y muchos pensamientos más que se nos acumulan en la cabeza haciéndonos pensar que no somos el mejor ejemplo para el resto de miembros de nuestra famila. Pero es importante que relativicemos, ser perfecto o perfecta, no solo no es posible si no que no es necesario. Todo el munto comete errores, pasamos etapas en las que nos sentimos mal por otros motivos como el estrés del trabajo, el comienzo del curso, las peleas entre los hermanos o simplemente no nos encontramos bien, y no debemos sentirnos culpables por ello. Es mejor pensar que solo es un bache en el camino y que en familia lo superaremos. igualmente, es importante pedir perdón y saber disculparnos cunado creemos que estamos haciendo algo mal.