Cuando nuestros hijos e hijas son muy pequeños no les gusta perdernos de vista y parece que no hay manera de que jueguen solos ni solas ni de que se entretengan por sí mismos, es como si dependiesen de nosotros para todo. Pero a partir de los dos años ya empieza a desarrollarse el juego simbólico, es decir, nuestros menores ya empiezan a inventarse alguna historieta, personajes, o a mostrar habilidades con algunos juguetes que pueden hacer que pasen algún tiempo entretenidos/as. Para ello podemos comenzar el juego a la vez y poco a poco nos vamos alejando, o nos podemos quedar cerca pero desarrollando otra actividad para estar próximos para cuando nos reclame. Es importante no mostrarle muchos juguetes al mismo tiempo, porque si no el niño/a se aturdirá y no sabrá cual escoger, es mejor primero jugar con uno, y cuando termine con ese le sacamos otro, porque si no querrá jugar con todos y al final no jugará con ninguno.