No podemos perder de vista que los videojuegos y las nuevas tecnologías forman parte de la vida de nuestros hijos e hijas y negárselos no es lo más adecuado, pero estar todo el día jugando tampoco es . Ahora casi todos juegan, y no es malo, el problema es la cantidad de tiempo que invierten en el juego. Para que dejen de jugar tenemos que darles otras alternativas de diversión, porque ahora los niños y niñas no se divierten como antes. Tenemos que averiguar qué le gusta a nuestro hijo o hija e intentar proporcionarselo para que tenga más alternativas a parte de la consola, porque si no tiene otras formas de divertirese a mano voverá a recurrir a los videojuegos. Para prevenir esto, también es importante que pasamos tiempo con ellos/as, recuperemos juegos de mesa, hagamos deporte, juguemos a las cartas, cocinemos juntos, hagamos manualidades... es importante que regulemos el tiempo de juego, y esplicarles que hay tiempo para jugar, trabajar, practicar deporte y hacer cosas en familia.