No hay una edad determinada para quitarles la luz por las noches, cada niño y niña tiene su propia evolución. Si no se ven preparados para dormir sin luz no exixte ningún problema por dejarles un pequeño acompañamiento que ellos y ellas mismas se irán quitando poco a poca a medida que ya vean que no lo van necesitando. A veces, es peor y resulta más contraproducente para los menores de la casa quitarles la luz de repente, ya que podemos acentuarles sus miedos o que aperezcan otros nuevos. Lo mejor siempre es respetar el ritmo y la evolución de cada uno de nuestros hijos e hijas.