Cuando tiene muy pocos años es habitual que se tire al suelo, llore, grite y patalee. Y en esos momentos es importante que entiendas que eso es la expresión de un malestar que puede estar motivado por un sinfín de cuestiones. Muchas veces obedece a su incapacidad para expresar cómo se siente y la pataleta acaba siendo la única manera de dar salida a la rabia que siente. Debes dejar que se desahogue porque no hay nada malo en ello. Además, tienes que contener, validar sus emociones, que sepa que entiendes que siente rabia, pero que estás esperando a que llegue el momento en que pueda hablar contigo o recibir un abrazo. Es muy importante que, cuando suceda una pataleta, no sienta rechazo por tu parte... ese rechazo puede hacer que piense que expresar sus emociones es algo negativo y, a la larga, impedir que exprese sus emociones tanto las negativas como las positivas.