Compostaje

Retos para el futuro

compost1 En la actualidad Europa está apostando por un control más exigente de los fangos aplicados en la agricultura. Posiblemente se exigirán límites más estrictos en cuanto al contenido de metales pesados, restricciones de compuestos orgánicos que antes no se mencionaban y el control de algunos microorganismos patógenos.

En vistade esta tendencia, el Consorcio ha optado por adelantarse a las exigencias de la normativa futura, mejorando la calidad del lodo y obteniendo un producto de mayor calidad agronómica y libre de patógenos. En unos casos se hará mediante un proceso de compostaje y en otros a través de una higienización antes del proceso de digestión del fango.

Proceso de compostaje

En La Rioja contamos con dos plantas de compostaje, una en Nájera y otra en Calahorra. Estas plantas tienen una capacidad para tratar 16 Tn al día de fango, suficiente para tratar los lodos producidos en las depuradoras del municipio y las de los alrededores.

El proceso de compostaje tiene como finalidad alcanzar un nivel de estabilización del fango. En este proceso la materia orgánica se descompone por vía aerobia desprendiendo calor, lo que permite alcanzar temperaturas próximas a los 70 ºC y con ellas la desinfección del producto.

Para ello los fangos deshidratados se mezclan con restos vegetales triturados en proporción 1:4 o superior. Una vez homogeneizada, la mezcla se acopia en pilas que se voltean periódicamente para garantizar las condiciones aeróbicas. Esta operación se realiza mediante una volteadora autopropulsada.

El proceso se desarrolla en dos fases: una de fermentación, que se lleva a cabo a cubierto durante 2-3 semanas y que requiere de un voltedo intenso, y otra de maduración, con duración superior a 4 semanas y que puede desarrollarse a cielo abierto, con volteos más espaciados.

Como resultado tenemos un compost de calidad que cumple con todos los requisitos para poder ser comercializado.

Higienización de los fangos

En la depuradora de Logroño los fangos son estabilizados mediante un proceso de digestión anaerobia mesófila. En previsión a las nuevas exigencias normativas este proceso fue complementado con un tratamiento de higienización previo a la digestión del fango.

Este tratamiento consiste en someter el fango a un sobrecalentamiento previo a la digestión anaerobia, alcanzándose temperaturas de 70ºC . Esta práctica tiene numerosas ventajas para el proceso de estabilización ya que destruirá patógenos y mejorará los rendimientos de los digestores obteniéndose incluso mayor cantidad de biogás.