La Dirección General de Carreteras del Gobierno de La Rioja desarrolla diferentes actuaciones de conservación ordinaria de la red de carreteras regionales con el objetivo de mantener la misma en unas adecuadas condiciones de vialidad y seguridad. Las intervenciones más habituales consisten en el mantenimiento y limpieza de arcenes, cunetas y taludes, reparación de baches, eliminación de desprendimientos, reposición de señales, instalación de barreras de seguridad y la mejora de la pavimentación.

A estos efectos, el trabajo de conservación se estructura en tres zonas: Rioja Alta, Rioja Centro y Rioja Baja, con el objetivo de responder con eficacia en las diferentes zonas como consecuencia de las distintas características orográficas y climatológicas del territorio. Así, el clima más húmedo en Rioja Alta propicia que las reparaciones en esta zona de la comunidad sean más habituales los riegos superficiales, los trabajos contra las heladas, los desbroces de maleza, la limpieza de arcenes y la reparación de baches. Por su parte, la Rioja Baja es una zona con distintos niveles de altitud y más árida, por lo que los trabajos se concentran por lo general en la reposición de barreras y señalización vertical, así como la limpieza de cunetas. Rioja Centro, por último, es la zona donde son más habituales las nevadas y las labores de mantenimiento suelen dedicarse a la retirada de desprendimientos y limpieza de cunetas.

Estas actuaciones son de varios tipos:

  1. Conservación ordinaria: Destacan las tareas de saneamiento de los blandones que surgen en el pavimento, la renovación del firme bacheado, la realización de riegos superficiales en las carreteras que así lo exijan y la actualización de la señalización horizontal y vertical a lo largo de unos 300 kilómetros de carreteras secundarias.
  2. Conservación de arcenes: La conservación de arcenes y taludes mediante desbroce mecanizado se realiza de ordinario en el período comprendido entre finales de mayo e inicios de septiembre (época de floración de la maleza que brota en taludes y arcenes) y afecta a unos 900 kilómetros de la red autonómica.
  3. Suministro de señales: Diferentes señales de tráfico (advertencia, prioridad, prohibición, indicaciones generales, paneles discrecionales, postes, placas complementarias y cajetines e hitos kilométricos) tienen como objetivo mantener de manera actualizada la señalización y, con ello, la seguridad vial de las carreteras autonómicas.

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