Esta ley se aplica a las relaciones comerciales que se produzcan entre los operadores que intervienen en la cadena
alimentaria desde la producción hasta la distribución de productos agrícolas o alimentarios.
Va dirigida a todos los que se dedican profesionalmente a la producción, transformación, distribución y venta de
productos alimentarios:
de hostelería y restauración.
(Las actividades de transporte NO forman parte de la cadena alimentaria.