Todo ciudadano o ciudadana de un Estado miembro de la UE es también, y de forma automática, ciudadano o ciudadana de la UE. La ciudadanía de la UE comporta importantes derechos y responsabilidades adicionales. Estos derechos están consagrados en el artículo 18 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el capítulo V de la Carta de los Derechos Fundamentales.
La UE aspira a tener una ciudadanía activa, que participe en la vida política de la Unión: además del derecho al sufragio activo y pasivo de la ciudadanía de la UE, los ciudadanos y ciudadanas de la Unión tienen la posibilidad de presentar Peticiones al Parlamento Europeo, o quejas a la Defensora del Pueblo Europeo en casos de mala gestión de instituciones europeas. Además, son numerosas las iniciativas que permiten participación ciudadana en la vida política europea: la Iniciativa Ciudadana Europea, el Programa Europa con los Ciudadanos, las consultas públicas sobre iniciativas de la Comisión, y los Diálogos ciudadanos. En este sentido, será importante la celebración de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.
Además, cabe preguntarse qué hace la UE por sus ciudadanos: desde su fundación, ha beneficiado a sus ciudadanos trabajando por la paz y la prosperidad y protegiendo nuestros derechos políticos, sociales y económicos básicos; generando numerosos beneficios que mejoran la vida cotidiana de la ciudadanía Europea.